¿Cómo afecta el sol a la piel?

Si bien un bronceado puede aumentar el atractivo de la persona. Exponerse mucho tiempo a la luz ultravioleta abre paso a una amplia gama de enfermedades y desperfectos en la piel. A continuación, se detallan los efectos que produce.

La radiación se distingue en dos tipos: ultravioleta e infrarroja.

La radiación ultravioleta (UV) tiene un bajo índice de penetración en la tierra. Sin embargo, aquella que logra transcender las capas atmosféricas puede cruzar y dañar las capas internas de la piel con facilidad.

De acuerdo al tiempo que se exponga al sol, se puede adquirir un perfecto bronceado o severas lesiones. La radiación ultravioleta es capaz de penetrar en la dermis, lo que acelera el envejecimiento y aparición de enfermedades.

La radiación infrarroja, a diferencia, tiene poca capacidad de penetración y escasa intensidad energética. No obstante, también es el origen de muchos males de la piel. Como los cutáneos.

Con frecuencia, la exposición a los rayos infrarrojos suele desencadenar la sensación de calor y estimulación de la circulación sanguínea. Así mismo, favorece la sudoración, mediante la cual se desechan toxinas perjudiciales para el organismo, y la termorregulación.

Principales desventaja de la exposición solar

La OMS (Organización Mundial de la Salud) advierte sobre las consecuencias de la radiación solar. A pesar de ser un importante estimulador de vitamina D, la falta de moderación provoca reacciones negativas en la salud.

Entre los efectos más significativos se distinguen:

• Alteración de los antígenos: las presentadoras de antígenos son un grupo de células que ayudan a elaborar mejores respuestas contra las enfermedades. Aseguran una condición estable, saludable y equilibrada. La intervención solar favorece el descontrol de las mismas, haciendo que el sistema inmune falle. Favoreciendo las bacterias y patología.
• Incremento de citocinas: son un tipo de célula que aumenta o disminuye la respuesta del sistema inmune contra varios tipos de virus y enfermedades. Los rayos solares mejoran su capacidad de reacción. Sin embargo, también puede empeorarla. Todo depende del tiempo expuesto.
• Intervención en la circulación de linfocitos: facilita la alteración de los procesos normales de los glóbulos blancos del tejido. Lo que se traduce en respuestas erróneas por parte del sistema inmune. Al cambiar sus vías, los glóbulos entran en zonas donde carecen de importancia y se privan de las áreas necesitadas.
• Disminución de los linfocitos T: son las células que se encargan de combatir las enfermedades y diversos tumores cancerosos. Cuando la radicación solar afecta su equilibrio recomendado, da cabida a decenas de patologías. También pierde su capacidad contra los tumores y enfermedades, potenciando las probabilidades de padecerlas.

Las enfermedades cutáneas han aumentado tras las últimas cinco décadas. Los analistas lo ligan a los agujeros en la capa de ozono, lo que permite que se filtre aún más radicación UV e infrarroja.

Los seres humanos no son capaces de soportar la intensidad radiactiva, y las consecuencias se traducen en:

• Envejecimiento prematuro: acelera la formación de radicales libres. Produciendo daños irreversibles en moléculas y estructuras celulares del organismo. Con frecuencia se presenta en las áreas más expuestas, como el rostro, cuello y escote. También fomenta la aparición de arrugas profundas, sequedad y engrosamiento.
• Enfermedades oculares: cuando no se toma la precaución de llevar gafas de sol, la radiación puede estimular desde la ceguera hasta la formación de cataratas.
• Quemaduras: exponerse al sol durante un corto periodo de tiempo produce un buen bronceado. Permitir que los rayos ultravioletas penetren de forma consistente en la piel durante horas, por otro lado, provoca efectos indeseados.
• Cáncer: sobre todo en los caucásicos, el cáncer de piel tiende a ser uno de los mayores problemas por la exposición a los rayos UV. En el caso de la piel oscura, las probabilidades se reducen significativamente.

Consejos de prevención

Es importante señalar que no todas las personas corren el mismo riesgo de padecer enfermedades gracias al sol. Esto está profundamente ligado al color. Los caucásicos, por ejemplo, tienen mayor debilidad por los rayos UV que los morenos. En otras palabras, los colores oscuros son más resistentes a la radicación.

A continuación, se detallan ciertos aspectos que se deben tener en cuenta para los días soleados.

• Desde que una persona nace hasta que fallece, cuenta con un capital solar. El cual no debe ser superado. De lo contrario, las consecuencias pueden ser incalculables.
• Siempre que se exponga al sol, en especial en los países como Grecia, India, Australia y América, hay que aplicar bloqueador solar. En el resto de las naciones de Europa y Asia también hay que prevenir la exposición, por mínima que sea la intensidad solar.
• Los niños menores de tres años tienen que evitar exponerse durante largos periodos. Esto varía según el lugar geográfico, la época del año y la franja horaria recomendada.
• Evitar el sol a medio día. Desde las 12.00 hasta las 14.00 horas, la radiación solar está en su punto más fuerte. Durante 120 minutos o más se aconseja ir por la sombra y protegerse lo mejor posible.
• La cara, labios, ojos y cuero cabelludo también son sensibles a la exposición constante del sol. Se puede emplear un bálsamo labial con bloqueador solar, protector facial, gorra o sombrero y gafas con filtro solar.
• Hay prendas que se fabrican con la intención de repeler o disminuir el impacto de la radiación solar. Por tal motivo, hay que prestar sumo cuidado al material. Según su materia prima, será más eficaz al instante de prevenir que los rayos UV penetren en la superficie.
• La exposición solar constante produce deshidratación. Cuando se llega a un punto clave, perdurar en ese estado no solo es perjudicial para la piel superficial, también para el cerebro y el resto de los órganos.

La salud debería ser una prioridad para todo ser humano. Sin embargo, son pocos quienes aplican la mayoría, sino una pequeña parte de los cuidados necesarios.

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