¿Cómo cuidar de los ojos durante verano?

La mayoría de las personas no les prestan atención, y se someten constantemente a situaciones que les perjudican. Por tal motivo, a continuación se destacarán las formas infalibles de cuidar la vista en verano.

Proteger los ojos durante verano es más beneficioso y sencillo de lo que creen. Lo principal que se debe tener en cuenta es que, una vez convertidas estas acciones en reglas universales, no es necesario preocuparse por haberlas olvidado.

¿Qué se debe evitar hacer?

Hay ciertas acciones de las que depende la seguridad, salud y nitidez de los ojos, por pequeñas que sean. Entre las más importantes se encuentran:

• Apartar la vista del sol: mirarlo de forma directa, aún con gafas especializadas, es un error. En especial porque, si bien es cierto que el filtro disminuye el impacto de los rayos UV, no asegura al 100% su efectividad.
• Estar demasiado tiempo expuesto: no solo es dañino para los ojos, también para la piel en general. Los lapsos prorrogados permiten que la radiación penetre hasta las capas inferiores de la dermis. Lo que se traduce, en el mejor de los casos, en quemaduras; en el peor, un amplio abanico de enfermedades.
• Usar siempre gafas de sol: aun cuando se usan lentes de contacto, hay que llevarlas. Por supuesto, las empresas de vanguardia han desarrollado varios tipos de lentes capaces de proteger las retinas de las radiaciones. Sin embargo, se debe que priorizar el uso de las gafas.
• Buscar las sombras: la forma más efectiva para proteger los ojos durante el verano es ocultarse, en la mayor medida posible, del sol. Para esto se puede emplear un sombrero o algo más que cubra la cabeza.
• Evitar el aire acondicionado: en esta época del año es cuando más se sube la potencia de las máquinas. Por norma general, la producción del aire causa, entre otras cosas, sequedad en los ojos. Esta condición se puede prevenir con lágrimas artificiales que no tengan conservando. El oculista está encargado de indicar qué producto es idóneo a la circunstancia.
• Llevar gafas para nadar: las piscinas son frecuentes en verano. Pero ciertos químicos, como el cloro, que ayudan a desinfectarla, son perjudiciales para los ojos. No solo fomentan las irritaciones, sino alergias. Si los químicos no son la causa del mal, lo serán las bacterias. Estos gérmenes suelen causar conjuntivitis, siendo común el Acanthamoeba. La mejor forma de evitar estos inconvenientes es usando gafas especializada para nadar.
• Huir al contacto maquillaje-agua: en la medida que sea posible, si se piensa bañar en una piscina o playa, es importante que las mujeres no tengan maquillaje. En caso de que se sienta ardor o picor en los ojos, no se debe frotar, sino lavarse con abundante agua limpia.

Entre los accesorios que protegerán su vista y el cuerpo en general de la radiación solar se distinguen: gafas oscuras o semioscuras, filtro solar y sombrero.

¿Cómo seleccionar las gafas de sol?

Lo más óptimo es que un especialista, la optometría, sea quien aconseje el tipo de gafas que cada persona debería emplear. Según sus particularidades, rasgos y estado de la visión.

Por norma general ­sugieren gafas de filtro “3”. Se puede identificar el número dentro de un círculo en la varilla de los lentes. De esta forma se aseguran de comprar el correcto.

También es importante contar con el filtro UV400. Que permiten proteger los ojos de las radiaciones ultravioletas e infrarrojas en un ratio de 99 por ciento.

Las gafas polarizadas, por otro lado, son el segundo modelo más frecuente. Se recomiendan a las personas que viven lejos de espacios sombreados o pasan hasta el 70 por ciento de su día en la calle.

Siempre hay que adquirir los lentes en una tienda de confianza o una óptica. Los comercios electrónicos no ofrecen la asesoría que se adquiere, a comparación de un establecimiento físico. En este caso, se aconseja estar bien informado sobre el producto para saber qué se busca.

La optometría es el encargado de recomendar los lentes de sol adecuados a cada persona, según el déficit visual, las condiciones y necesidades, la característica de los lentes van a variar. Por ejemplo, las gafas de sol de color claro son idónea para contrarrestar la miopía, mientras que las tonalidades más oscuras se recomiendan a los hipermétropes.

¿Qué problemas ocasiona el sol en los ojos?

Cuando se expone más de lo recomendado, los efectos de los rayos ultravioletas pueden ocasionar variados males visuales. Entre los principales síntomas se distinguen irritación, visión borrosa y enrojecimiento.

Muchos especialistas sugieren que la aparición de cataratas se acelera con la exposición constante al sol. Esta enfermedad disminuye la visión de forma gradual. Y en algunas ocasiones ha producido ceguera absoluta. He ahí la importancia de evitarla.

Según la América Optometría Asociación, la mayoría de las cataratas se pueden evitar disminuyendo los rayos solares que penetran en los órganos. Sin embargo, hacen hincapié en que otras clases de luces artificiales pueden ocasionar daños en las capas se tapizan el fondo del ojo, no solo el sol.

También se tiene la formación del pterigión. Una especie de carnosidad que crece en la superficie de la córnea. Amenazando la calidad, nitidez y visión. Es estéticamente indeseable.

Evita una lubricación adecuada sobre la superficie. Y la única forma de corregirlo en mediante cirugía, cuyo importe es sumamente elevado.

La foto queratitis, por otro lado, es un cambio degenerativo de la córnea que afecta la visión de forma significativa. Disminuyendo su calidad, fomentando gradualmente la ceguera.

Existen varios tipos de foto queratitis. Entre ellos destaca la “ceguera de la nieve,” que afecta a los soldadores que no disponen de equipo de protección ideal. Aquellas que padecen las personas por exponerse sin moderación al sol. Y los deportistas de inviernos que practican sin tomar precauciones para proteger sus ojos.

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