¿Se ha curado el neuroblastoma? ¿Cómo es el tratamiento?

¿Tienes cura el neuroblastoma?

Sí, el neuroblastoma tiene una cura. Cuanto más joven sea el niño y menos avanzado esté el tumor, mayores serán las posibilidades de curación. En las primeras etapas, el neuroblastoma se puede curar hasta en un 90% de los casos. Por otro lado, cuando el cáncer ya se ha extendido a otras partes del cuerpo (metástasis), la probabilidad de curación se reduce.

Los niños menores de un año tienen más probabilidades de curarse que los mayores, aunque el grado de estadificación del neuroblastoma sea el mismo.

Tratamiento del neuroblastoma

El tratamiento de los pequeños neuroblastomas no metastatizados se hace con una cirugía para extirpar el tumor. Cuando el neuroblastoma ha crecido o se ha extendido a otras partes del cuerpo, el tratamiento puede incluir quimioterapia, radioterapia, inmunoterapia, terapia de retinoides y trasplante de células madre.

Las formas de tratamiento dependen del estadio del neuroblastoma, la edad del paciente, entre otros factores. A menudo es necesario utilizar más de una forma de terapia.

Quimioterapia y radioterapia

La quimioterapia y la radioterapia sirven para hacer posible la extirpación quirúrgica del neuroblastoma, el control del crecimiento local del tumor o el tratamiento paliativo del cáncer cuando ya se ha extendido a otras partes del cuerpo (metástasis).

Inmunoterapia

La inmunoterapia utiliza anticuerpos específicos producidos en el laboratorio que atacan el neuroblastoma y destruyen las células cancerosas.

Terapia de retinoides

Los retinoides son sustancias similares a la vitamina A. El tratamiento con retinoides disminuye el riesgo de que el neuroblastoma reaparezca después de la quimioterapia y el trasplante de células madre.

Trasplante de médula ósea

El trasplante reemplaza las células de la médula ósea que fueron eliminadas con la radioterapia y la quimioterapia con nuevas células madre que formarán nuevas células sanguíneas. Recordando que la médula ósea es la parte esponjosa del interior de los huesos largos, donde se producen las células sanguíneas.

El trasplante de médula ósea se hace después de altas dosis de quimioterapia y radioterapia. A menudo este tratamiento se utiliza como último recurso, cuando no hay más posibilidades de curar el neuroblastoma con los otros tratamientos.

El oncólogo pediátrico es el especialista responsable del diagnóstico y tratamiento del neuroblastoma.

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